viernes, 12 de febrero de 2010

BARCELONA CORRIÓ CON PÉREZ FRANCÉS

EPOCA DE HÉROES. LA ESPAÑA FRANQUISTA TENÍA SUS NOMBRES PROPIOS Y BARCELONA ENCONTRÓ EL SUYO EN LA LLEGADA DEL TOUR

(Pérez Francés deja la Plaça Espanya y se dirige hacia la meta de Montjuic)

"Por decir las cosas como las siento, con franqueza, por no querer hacer lo que quieren los demás, en definitiva, por tener opinión soy una persona rara".
Asi comienza el encuentro en el cafe Español, en la Avinguda del Paral.lel, con José Pérez Francés, el corredor que el 2 de julio de 1965 hizo salir de sus casas incluso a gente que no tenía una afición especial por el ciclismo. Aquel cántabro de 28 años ganó la etapa del Tour que llegó a Barcelona después de una escapada en solitario de 223 kilómetros.

"Recuerdo que hacía un calor insoportable. El asfalto se derretía debajo de los tubulares. Aquello no lo aguantaba nadie, pero yo tenía en mente ganar aquella etapa", explica. Federico Martín Bahamontes que corría con Margnat-La PALOMA junto a André Darrigade y Ginés Garcia, había abandonado camino de Ax Les Thermes por un problema en la rodilla. Al dia siguiente la carrera se dirigió hacia Barcelona. Pérez Francés intentó escaparse en dos ocasiones. La segunda, en el kilómetro 17, fue con dos italianos y Julio Jiménez, que corría en el Kas. El relojero de Avila era lider de la montaña e intentó seguir su ritmo pero el poderoso rodador le dejó a sus espaldas. Coronó Puymorens con 1'30" de ventaja sobre Jiménez, que sumaba puntos para el maillot de la montaña, y 1'45" sobre el pelotón. Siguió acumulando ventaja.
Aparentemente a nadie le preocupaba que un corredor que estaba clasificado en el puesto 20º a 11'02" del lider se lanzara en busca de un imposible. La carrera entró en España por Puigcerdà: "La radio jugó un papel fundamental. Iban informando puntualmente por donde pasaba el Tour", explica. "Entonces en Barcelona y Catalunya se hacían pocas cosas. Se estaba saliendo de la posguerra y todos miraban la peseta.
Espectáculos deportivos internacionales había muy pocos. Por eso el Tour, que ya de por si es uno de los acontecimientos más importantes, fue considerado en aquella ocasión como algo muy especial", cuenta Pérez Francés. Por el Coll de Tosas pasó con 8'30: "La gente salía a la carretera para animarme. Había miles de personas. A la salida de Ripoll me tiraron un cubo de agua que al hombre se le escapó. Menos mal que puse la mano para protegerme porque me hubiera podido derribar". El dorsal número 98, clasificado en la vigésima posición, siguió cabalgando. Un enviado especial de un diario deportivo barcelonés escribió que a la altura de Vic vio en la carretera a Bahamontes, que se dirigía a Toledo, y que aplaudía al ciclista escapado: "Eso no se lo cree ni él. Tenían mucha imaginación entonces", asegura.
Damián Plà, uno de los directores que tuvo a lo largo de su carrera profesional, le iba informando de la situación: "Le dije, si llego con cinco minutos de ventaja a Granollers no podrán cogerme.. Y llegué con seis. El Kas luchaba por la clasificación por equipos y trató de alcanzarme. Yo había sabido guardar fuerzas, administrarme.
Cuando entré en la Meridiana me di cuenta que la mitad de la ciudad había salido a aplaudirme". La policía municipal cerró las calles al tráfico. Autobuses, tranvías y trolebuses suspendieron sus trayectos. Pérez Francés giró en la Plaça de les Glories para seguir por las Calle Pujades hacia el Parque de la Ciudadela, Marqués de Argentera, Paseo de Isabel II, Paseo de Colón y Avenida Marqués del Duero, es decir, el Paral.lel, justo donde se encontraba el Bar Las Banderas, donde vivía: "Allí estaba toda mi familia animándome. Hasta el pastor alemán que teníamos. La gente hacía que se te pusiera la piel de gallina. Yo coloqué mi bici entre los raíles del tranvía para evitar los adoquines de la avenida. De esta manera pude ir más rápido. Creo que aquel día todos corrían con el maillot del Ferrys". Rodeó la Plaça Espanya y entró triunfal en la Avinguda María Cristina. Consiguió la victoria con 4'23" sobre Vandenberghe. El pelotón, con el lider Gimondi al frente, llegó a 4'45": "Sólo me faltó ponerme de lider". Presidió el acto José Antonio Elola-Olaso, Delegado Nacional de Educación Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch, delegado en Catalunya. "Miss Feria 1965" le hizo entrega a Pérez Francés del ramo de flores " y posteriormente nos metieron a todos en el Hotel Oriente de Las Ramblas. Apareció Federico Pastor, que era el propietario de la revista y posteriormente diario deprtivo Dicen y me hizo entrega del Plumero de Oro, un galardón de aquella publicación: "Después de cumplir con todos los compromisos nos dimos cuenta que en aquel hotel no se podía estar. Sin aire acondicionado, Poulidor y todo el equipo Mercier se marcharon al dia siguiente a otro establecimiento. Yo me quedé en una habitación que tenía un ventilador y pasé como pude el espantoso calor. En la jornada de descanso, celebré mi victoria, pero solo lo justito porque el domingo saliamos desde la Plaça Catalunya hacia Perpiñán.

2 comentarios:

  1. Quina pasada Manel.
    He disfrutat molt llegint aquest document.
    Ja veig que esteu posant apunt l'equip, ens veiem havia't.
    Una abraçada per tu i els nanos.
    Salut.

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  2. El meu pare havia treballat al Bar las Banderas i coneixia en Perez Frances. Ja de grans, me'l va presentar un cop quan encara portava el bar

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